jueves, 5 de marzo de 2009

superficial

Aunque sea del otro lado de la cordillera, parece otro mundo: uno civilizado y muy ordenado. Es raro. Raro, nuevo, y por todo lo que eso abarca, interesante e intrigante.

Así venía todo. Un subte con facilidades para no viajar taaaaan apretado y llegar más rápido a destino (s), automovilistas que frenan cuando se encuentran con peatones que quieren cruzar por las sendas peatonales (¿zebras?)
Hasta que, desde el balcón se pudo apreciar que, como un alivio, apareció la lluvia para los primeros desordenes y sonrisas...

2 comentarios:

Nadie Nunca Nada.- dijo...

amiga, cómo estas!
te busco a vos, y te espero.
Besos, cuidate mucho.-

Anónimo dijo...

nena...
ese lugar que tanto conozco... ahora te tiene a vos...
te mando un abrazo enorme y te espero en unos días...
teadoro.

aneta.